Recordemos síntomas de problemas en el hígado

17 marzo 2019 | Acciones de HCVSF

Siempre es bueno recordar, cuáles son los avisos o síntomas de problemas en el hígado

Las enfermedades hepáticas no siempre se nos muestran con síntomas evidentes, muchas de ellas existen en nosotros «silenciosamente».Sin embargo cuando el hígado esta afectado o enfermo pueden presentarse los siguientes signos y síntomas a veces esporádicamente y otras en forma continua :
• Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
• Hinchazón y dolor abdominal
• Hinchazón en las piernas y en los tobillos
• Picazón en la piel
• Orina de color oscuro
• Heces de color pálido, o heces con sangre o de color alquitrán
• Fatiga crónica
• Náuseas o vómitos
• Pérdida de apetito
• Tendencia a formar hematomas con facilidad
Las causas más comunes que pueden generar problemas en el hígado son hígado graso que es la acumulación de grasa en este órgano, ocurriendo principalmente en personas con exceso de peso o que no practican actividad física; ingesta excesiva de alcohol; abuso de medicamentos y; enfermedades como hepatitis, cirrosis, ascitis, e hipertensión portal.

Si en algún momento tenemos uno o más de estos síntomas, debemos acudir al médico, para investigar la causa del problema a través de diversos exámenes como exámenes de sangre y/o una ecografía abdominal, por ejemplo, para que se inicie el tratamiento según el diagnóstico.

Descripción general

Problemas hepáticos
El hígado es un órgano del tamaño de una pelota de fútbol americano ubicado justo debajo de la caja torácica, del lado derecho del abdomen. El hígado es esencial para digerir los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas del organismo.
La enfermedad hepática puede ser hereditaria (genética) o causada por diferentes factores que dañan el hígado, como los virus y el consumo de alcohol. La obesidad también se asocia con el daño hepático.
Con el tiempo, el daño hepático provoca cicatrización (cirrosis) que puede producir insuficiencia hepática, un trastorno que pone en riesgo la vida.

Causas virícas
La enfermedad hepática tiene muchas causas.

Infección
Los parásitos y los virus pueden infectar el hígado, y esto provoca una inflamación que disminuye el funcionamiento hepático. Los virus que causan lesión hepática pueden transmitirse a través de la sangre o el semen, el agua o los alimentos contaminados, o por el contacto estrecho con una persona que está infectada. Los tipos más frecuentes de infección hepática son los virus de la hepatitis, y las más comunes son:
• Hepatitis A
• Hepatitis B
• Hepatitis C

Anomalía en el sistema inmunitario
Las enfermedades en las cuales el sistema inmunitario ataca ciertas partes del cuerpo (autoinmunitarias) pueden afectar el hígado. Los ejemplos de enfermedades hepáticas autoinmunitarias comprenden los siguientes:
• Hepatitis autoinmunitaria
• Cirrosis biliar primaria
• Colangitis esclerosante primaria

Genética
Un gen anormal heredado de uno o ambos padres puede hacer que varias sustancias se acumulen en el hígado, y esto provoca daño hepático. Las enfermedades hepáticas genéticas comprenden:
• Hemocromatosis
• Hiperoxaluria y oxalosis
• Enfermedad de Wilson
• Deficiencia de alfa-1-antitripsina

Cáncer y otros tumores
Por ejemplo:
• Cáncer de hígado
• Cáncer de vías biliares
• Adenoma hepático

Otras causas frecuentes de la enfermedad hepática son:
• Abuso crónico de alcohol
• Acumulación de grasa en el hígado (enfermedad por hígado graso no alcohólico)
• Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de enfermedad hepática son los siguientes:
• Consumo excesivo de alcohol
• Inyección de drogas con jeringas compartidas
• Tatuajes o piercings en el cuerpo
• Transfusión de sangre antes de 1992
• Exposición a la sangre y a líquidos corporales de otras personas
• Relaciones sexuales sin protección
• Exposición a ciertos productos químicos o toxinas
• Diabetes
• Obesidad

Prevención
Cómo prevenir la enfermedad hepática:

Bebe alcohol con moderación. En el caso de los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres y hasta dos copas por día para los hombres. Beber mucho o demasiado (alto riesgo) se define como más de ocho copas por semana para las mujeres y más de 15 copas por semana para los hombres.

Evita las conductas de riesgo. Si consumes drogas intravenosas ilegales, busca ayuda y no compartas las agujas que usas para inyectarte las drogas. Utiliza un preservativo durante las relaciones sexuales. Si te haces tatuajes o piercings en el cuerpo, elige bien el local; sobre todo en cuanto a la limpieza y las medidas de seguridad.

Vacúnate. Si tienes mayor riesgo de contraer hepatitis o si ya estuviste infectado con cualquier tipo de virus de la hepatitis, habla con el médico acerca de vacunarte contra la hepatitis A y la hepatitis B.

Usa los medicamentos con prudencia. Toma los medicamentos recetados y de venta libre solo cuando los necesites y en las dosis recomendadas. No mezcles los medicamentos con el alcohol. Consulta con el médico antes de mezclar suplementos de hierbas o medicamentos recetados o de venta libre.

Evita el contacto con la sangre u otros líquidos corporales de otras personas.Los virus de la hepatitis se pueden contagiar por pinchazos accidentales de agujas o por la limpieza inadecuada de la sangre u otros líquidos corporales.

Ten cuidado con los aerosoles. Asegúrate de que la habitación esté ventilada y ponte una máscara cuando rocíes insecticidas, fungicidas, pintura u otros productos químicos tóxicos. Sigue siempre las recomendaciones del fabricante.

Protege la piel. Cuando uses insecticidas y otros productos químicos tóxicos, ponte guantes, mangas largas, sombrero y máscara.

Mantén un peso saludable. La obesidad puede producir enfermedad por hígado graso no alcohólico.